Toma el mensaje de Jesús

Ella era por naturaleza una persona reservada y tímida, y necesitó del apoyo de amigos para acercarse a mí, el nuevo pastor, para solicitar estudios bíblicos. Ya había visto a esta adolescente en la iglesia, pero todavía no sabía su nombre. Sin embargo, ella me buscó después de la Escuela Sabática, y aunque le costaba hacer contacto visual, me sorprendió con su pedido.

Esa no fue la última sorpresa que recibí de Annaliese. Al avanzar en esta experiencia juntos, y al aprender más sobre su historia, me sorprendí una y otra vez de los desafíos que tuvo que enfrentar en su hogar, aunque era cristiano. Ya era suficientemente malo que tuvo que experimentar las peleas de sus padres, que su papá se fuera de la casa, y mudarse a vivir con otros familiares para tener un techo sobre su cabeza. Pero poco después tuvieron que mudarse de nuevo porque el principal proveedor de ese hogar se enfermó de cáncer. Annaliese creció conectada con la iglesia y con Dios, pero luego de pasar por todo esto, veía al Padre celestial como alguien a quien había que odiar y culpar, más que amar y confiar. Le atribuía sus pruebas y pérdidas a él.

Cuando ella, sus hermanos y su fiel y piadosa madre vivían con sus abuelos, comenzaron a asistir a nuestra iglesia. Annaliese sentía dolor, y hasta celos, al ver familias intactas con padres amantes en nuestra congregaciones. Pero con el tiempo, estas familias abrazaron a la familia de Annaliese, y el amor derrumbó sus muros de resistencia desde los cimientos; muchos padres se comportaron como padres para quienes no tenían padre. Pasaron tiempo juntos, los incluyeron en sus actividades familiares, hicieron excursiones juntos en bicicleta, y escucharon.

Por medio de la amabilidad de los miembros de nuestra iglesia, Annaliese comenzó a tener esperanza de nuevo, abrió su corazón a una imagen hermosa de Dios, y comenzó una relación personal con él que la llevó al bautismo y, luego, a involucrarse en la iglesia y ser una líder. Ella ha compartido su testimonio en muchos eventos, y los oyentes se han conmovido hasta las lágrimas por su transformación. Inspiró a su hermano mayor a estudiar y a elegir a Jesús, y él también se bautizó. Ella no solo ha sido una inspiración, sino que también ha encontrado en esta comunidad el apoyo y el valor necesarios para perdonar a su papá y orar por él, aún cuando tuvo la difícil tarea de establecer límites que la persona que más deseaba que fuera confiable y presente en su vida.

Tomar en serio el mensaje de Jesús no es solo preparar un lindo programa para los jóvenes y mostrarse dulce en cada circunstancia para minimizar las decepciones. Va más allá de tratar a otros de la manera en que quisieras que te traten. Es gracia completa, apasionada, desafiante y generosa por medio del amor sacrificial que transforma cada parte de nuestra vida y nos sorprende con la verdad de quién es Dios realmente. No baja el estándar de santidad, sino que eleva a Jesús como el único Salvador para todos, invitando a toda persona a realizar un viaje de toda la vida con él y unos con otros, pasando colinas de claridad y victoria y valles de dudas honestas y dificultades; las heridas se procesan, y se encuentra sanidad en el camino. No solo predicamos; también escuchamos. Nos acercamos a los solitarios y angustiados. Damos espacio para el asombro, la lucha y la exploración... e incluso para hacer y decir algo equivocado y tomar decisiones erradas. Pero estamos presentes y somos comprensivos en el proceso. Jesús es el mensaje, y todos los que se unen a su historia son su método, al descubrir el propósito para sus vidas y esperar en él hoy, y para la eternidad.

Fui atraído a Cristo y al bautismo por un hombre que tomó el mensaje de Jesús en serio, y descubrí que ese fuego era contagioso. Ahora, 20 años después, me siento motivado por personas que hacen lo mismo. ¿Y tú? ¿Qué debemos ser y hacer como iglesia? Busca solo a Jesús y los lugares donde él te guía, y las personas que te hará conocer te sorprenderán.

“La calidez es la nueva popularidad” en estas congregaciones, donde la autenticidad triunfa sobre el estilo de adoración o una multitud de programas. Los jóvenes que participaron en la investigación elogiaron a sus iglesias por atributos “cálidos”, como la aceptación, la pertenencia, la cordialidad, la hospitalidad y la preocupación por los demás.

 

Por Nick Snell, MDiv., Pastor de jóvenes, Azure Hills Church

 

Este artículo es un extracto del libro Multiplica, recientemente disponible. El libro Multiplica es un regalo de la Asociación Ministerial de la División Norteamericana para todos los pastores y pastores laicos voluntarios. Para obtener el libro sin costo, comuníquese con el director ministerial o el secretario de su conferencia.

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