Cuatro Actitudes Claves de los Líderes Cuyas Iglesias Prosperarán en el Futuro

El tópico de COVID o la pandemia, a menudo trae sentimientos de tristeza y desesperación. De hecho, el año 2020 será, en muchos sentidos, un año que elegiremos olvidar. Ha sido difícil para muchas personas y muchas organizaciones.

Pero, durante esta temporada de prueba, he estado devorando noticias y estudios de iglesias y otras organizaciones que están capacitadas para moverse positivamente en el futuro. Estas organizaciones no están sucumbiendo a la inevitabilidad de que la vida va empeorando y la salud de la organización empeorando también. Ellas no tienen sus cabezas metafóricas enterradas en la arena. Todo lo contrario, ellas están mirando hacia arriba y a su alrededor para ver los nuevos posibilidades y caminos en esta nueva realidad.

Cuando recientemente simplifiqué muchos de los artículos y podcasts que enfrentan estos desafíos de manera positiva, vi un patrón. Había cuatro actitudes comunes entre los líderes. Creo que estas cuatro actitudes son representativas de organizaciones exitosas del futuro cercano:

“Dios no ha terminado con nosotros todavía.” Para ser claro, era poco probable que los líderes de las organizaciones seculares pudieran articular esta actitud de la misma manera que los líderes de las iglesias. Pero todas las organizaciones saludables tenían actitudes de esperanza y posibilidad. La actitud de derrota era un concepto extraño para todos ellos.

“No estamos esperando que las cosas regresen a la normalidad.” Cualquier organización que esté esperando una normalidad como la anterior a COVID, ya está en problemas. Cualquier iglesia que espere que los patrones de asistencia, donación y ministerio sean similares a los de 2019, está realmente contra la pared. No va a haber una nueva normalidad, porque la normalidad no se puede definir. Estos líderes están buscando por indicadores de una nueva realidad y están dando un giro hacia esas nuevas realidades.

“Estaremos más enfocados hacia afuera que nunca.” Demasiadas iglesias, y otras organizaciones, se pusieron muy cómodas antes de 2020. Los líderes de organizaciones enfocadas en el futuro, están más decididos que nunca a ir más allá de sí mismos. Las iglesias y organizaciones del futuro no pueden, ni deben, mirarse al ombligo.

“Un cambio mayor es inevitable; lo acogeremos.” La iglesia u organización saludable del futuro, no puede simplemente moverse de ser reacia al cambio a ser receptiva al cambio. Ellas deben buscar y moverse de una manera proactiva hacia un cambio radical. Estas organizaciones deben tomar riesgos basados en la fe como muchas nunca antes lo han hecho.

Si los líderes de estas organizaciones se rinden a las personas resentidas que se lamentan diciendo, "nunca antes lo habíamos hecho así ", la organización está condenada al fracaso. Las organizaciones saludables del futuro aceptarán el cambio con sabiduría y valor.

De muchas maneras, estamos viviendo en tiempos difíciles y dolorosos. No podemos negar la realidad de la enfermedad, muerte, depresión, y el colapso económico que COVID ha traído a nuestro mundo. Pero, de otras maneras, esta temporada es una de oportunidades increíbles. Muchas organizaciones están paralizadas de miedo, y piensan que la mejor estrategia es esperar que la vida vuelva a la normalidad.

Eso no va a pasar.

Esa es la razón por la cual los líderes de iglesias y organizaciones saludables del futuro tomarán estas cuatro actitudes y cambiarán al mundo.

No puedo esperar para ver cómo se verá.

por Thom S. Rainer

Publicado en: churchanswers.com

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